Aun recuerdo que NieR llegó a nosotros hace diez años, y lo recuerdo porque se anunció como exclusivo de Xbox 360, o al menos la versión que nos llegaría cosa que finalmente fue no solo incierto sino que corregido en forma de «edición exclusiva para Xbox en mercado japonés» pero que llegó también a Playstation 3 como un port más. Bien sabido es que esta supuesta exclusividad iba ligada a que en tierras japonesas tenían su propia versión del juego en Playstation 3, con otro protagonista y cambios en la trama, considerado eso si, el NieR canónico en muchos aspectos y que es el que nos llega ahora en forma de remasterización.
Por lo que tras esta presentación algo liosa, nos encontramos con un gran problema y a la vez, una gran alegría, al tratar con NieR Replicant, tenemos ante nosotros un juego que realmente no pudimos disfrutar y vuelve adaptado a los nuevos tiempos y todo gracias al éxito que tuvo NieR Automata que ha aupado al mundillo de Yoko Taro como un producto de culto. Delante nuestra tenemos la mejor versión jugable, traducido al castellano y ampliado para que sea una experiencia reciclada pero a todas luces, nueva para casi todo el mundo.
Y es que el propio Yoko Taro no lo considera ni remasterización ni remake, es por eso el subtítulo «Ver.1.22474487139…» es realmente la raíz cuadrada de 1.5, enmascarada de tal forma que no muestre lo que realmente es de manera directa pero al mismo tiempo deje claro que es más que un simple vuelta y vuelta de un producto ya realizado.
NieR es un título muy narrativo, donde en la piel de Yonah, tendremos que encontrar la cura de una extraña enfermedad que padece su hermana pequeña, y para ello nos tocará recorrer una gran aventura llena de peligros y seres extraños conocidos como Sombras, una trama muy profunda y absorbente, llena de sorpresas y que puede llegarte muy a la patata, de la cual merece la pena disfrutar ya no solo como videojuego, sino como experiencia. Ya que muchos puntos de esta trama no estará solo en como se dicen o como se muestra en vídeos, sino que la misma experiencia y desarrollo da juego sobre lo que vamos a vivir.
En lo que respecta al traslado a esta obra, el juego sigue siendo fiel a la obra original, y es que no hace falta que no hayas jugado a Replicant, la versión occidental ya nos traía estos mismos escenarios y misiones, solo cambiando la trama en la que mientras la edición Gestalt, que es la occidental, manejábamos a una versión diferente y con un objetivo diferente, ahí no buscábamos la cura para nuestra hermana, sino para nuestra hija, cambiando el enfoque de muchísimos puntos que se jugarán, pero eso lo dejamos para el que quiera hacerse un combo y posea la anterior entrega.
Uno de los puntos que han cambiado es el sistema de combate, que se ha rediseñado tomando como base NieR: Automata, lo que provoca que el juego sea más divertido y acertado. Esto se concibe como una de las mejores ideas que ha tenido esta nueva versión, ya que enlaza más a NieR Automata y le da más peso dentro del universo, aunque eso si, no nos equivoquemos, cada obra va por separado.
El ser fiel a lo que ya tenia, pese a que esté bastante trabajado, lleva a que estemos por delante de tramos con diseños demasiado simplistas y que quizás no están al nivel de otros puntos del juego. Pero lo que sobre todo destaca, para mal, con respecto al resto del juego es la cantidad de misiones secundarias, que abusan de ser relleno y de hacernos valer como chico de los recados, y aunque el resultado de muchas de estas secundarias sea satisfactorio, al final nos hace pensar si es mejor experiencia ir directos al grano en la medida de lo posible o afear la obra siendo un completista, sin duda, un problema del primer mundo. Si hacemos lo primero en poco mas de 14 horas podremos tener el juego listo para sentencia, pero si nos aferramos a intentar ver todo lo que hay más allá del final y disfrutar de la aventura al completo, tendremos que pasar por las 30 horas de juego y eso sin hablar de logros, ahí se nos escapa el contador.
De todas formas, la rejugabilidad de toda la saga siempre ha sido un referente, ya que tocará pasar por varios caminos para poder optar a los diferentes finales que dispone el juego, y esta versión incluye nuevas rutas argumentales y un nuevo final, aunque para llegar a el, tocará por pasar por guías o demasiadas horas de juego.
En lo técnico, la versión en Xbox Series X, tira a 4k y 60 fps, es de entender que la de Playstation 4/5, que es donde nos facilitó Koch Media el juego en origen, también respondan igual de bien, aunque ciertamente el juego no tiene un acabado extremadamente portentoso y en algunos puntos como ciertas texturas y modelados son demasiado básicos, lo que no quita en que ciertos diseños estén muy trabajados, lo que da lugar a una dualidad un poco extraña.
Otro de los grandes puntos positivos nos lleva a acordarnos de NieR Automata, hablamos de la banda sonora, que si ya de por si era buena, en esta versión se ha retocado para que aun suenen mejor de lo que ya estaban. En cuanto a las voces, como es normal tendremos el japonés como base y la opción de disfrutar del inglés… aunque como yo siempre digo, estas obras son para escucharlas en su idioma original aunque no nos enteremos de nada, y es que la fuerza del doblaje se adecua más a esta obra.
Y es que NieR Replicant es un título que merece ser jugado y aunque no se destacará como los mejores del año, si es para tenerlo en cuenta cuando quieres ver como una buena historia se traslada al mundo del videojuego. Ya solo nos queda que el éxito de esta entrega repercuta en traer una remasterización de la trilogía Drakengard, cuya tercera entrega rascaba demasiado en Playstation 3 y echaría en falta esta tan ansiada revisión.