No es malo decir que Nintendo Switch tiene demasiadas limitaciones como consola si la comparamos a las opciones de la competencia, es una triste realidad y Nintendo en principio y por ahora no ha apostado que esto sea diferente, pero aun así, no se puede decir precisamente que la consola de Nintendo sea un fracaso sino más bien todo lo contrario, y ello se ha traducido en que pese a no estar a la altura en cuanto a potencia contra sus supuestas competidoras, si tiene potencia de sobra para albergar títulos más modestos, juegos independientes y revisiones actuales de clásicos, y lo que traemos hoy es justamente uno de estos títulos, Cotton Reboot que llega de manos de ININ Games a Switch y a Playstation 4.
Quizás, por no afirmar sin duda, Cotton se trata de un shoot’em up clásico perdido entre el abismo de todos los títulos que salieron en el mercado nipón a principios de los noventa, y pese a que destacó en su momento, su marcada ambientación, su desenfadada forma de ser y su ausencia en los principales salones arcade ha hecho de que sea una saga ausente en todas las listas de clásicos de los noventa, pese a disponer de hasta seis títulos en todos estos años. Por suerte para los usuarios y sobre todo, para los muy fans del género, hace un par de años se anunció lo que nos toca hoy, una revitalización del título basado en la versión del sistema Sharp X68000.
Cotton Reboot! llega a nuestro país de manos de Tesura Games, en una edición física perfecta para los coleccionistas y los no tan coleccionistas, y que en un solo cartucho (o disco), reúne el título original como de una versión revitalizada del mismo título, con las suficientes diferencias como para nombrar que son dos juegos diferentes. En ambos casos, el papel protagonista se lo lleva la bruja Cotton, que es acompañada del hada Silk que le sirve como apoyo en las seis fases que componen el juego. Seis niveles temáticos ambientados en mundos fantásticos, todos ellos con su propio jefe de final de nivel que destaca en cuanto a tamaño a todo lo que nos enfrentamos a lo largo del mismo, lo normal en un shot’em up.
Como en cualquier otro título del género, la pantalla acabará pronto llena de enemigos y de disparos, al tiempo que recogeremos los diferentes cristales que soltarán nuestros rivales al ser derrotados y que nos sirven como potenciadores. Estos potenciadores aparecerán y acto seguido la gravedad los atraerá al suelo, pero si les disparamos se elevaran y nos ayudarán a encausarlos en nuestro camino para evitar males mayores, aunque en su revisión la diferencia es que tendremos más tipos de cristales pero permanecerán estáticos allá donde hayan aparecido. En ambos títulos el principal objetivo más allá de finalizarlo es jugar con las puntuaciones, sin embargo aquí es donde la revisión introduce novedades para multiplicar estos números y darle más vida al mismo, con opciones como el medidor Fever que se irá rellenando a lo largo del propio nivel.
Las diferencias entre la versión clásica y la revisada son notables, pero sobre todo para los que estén más duchos en el género y que sobre todo, quieran disfrutar de una experiencia más clásica de un arcade ya que la duración del juego no da para mucho más, y es que como buen arcade, no pasa más allá de la media hora de juego, y no nos quejamos de ello, estos juegos estaban medidos para un mercado que imponía experiencias rápidas y directas, intensas y difíciles, de ahí ya nos lleva de la mano al afán de superación de cada uno.
Y es que no podemos pedir nada más a una obra clásica, que ofrece lo que pide y no engaña a absolutamente a nadie, ya que es un juego de otro tiempo con una versión actualizada pero que sigue siendo de otro tiempo y no quiere ni necesita ser diferente a lo que podemos disfrutar. Un cachito de historia que quizás puede resultar algo excesivo en precio para su edición digital, pero cuya edición física merece un lugar en tu estantería si eres de los que disfrutabas del género treinta años atrás.